Mediante este canal de interacción un cliente bancario, sin importar su ubicación, tiene la posibilidad de atender sus necesidades financieras. La adopción de los teléfonos inteligentes y el internet son los elementos determinantes para el uso de esta tecnología.
Producto de la implementación de la tecnología, el alcance de un banco dejó de depender de su presencia física, lo que permite tener acceso a un mayor número de nuevos clientes. Las personas ahora pueden realizar todo tipo operaciones a través del autoservicio, lo que reduce los costos operativos y permite a los bancos centrar sus recursos en tareas más complejas y tareas de asesoramiento, una actividad que afianza la relación con sus usuarios y aumenta sus oportunidades de ventas cruzadas.
Para Santiago Egas, vicepresidente senior y director general de BPC Banking Technologies, empresa que ofrece ecosistemas digitales que reúnen a bancos, procesadores, comerciantes y gobiernos, “la transformación digital constituye un modelo disruptivo que va más allá de tener una aplicación móvil. El cliente ahora necesita bancos con mayor velocidad, que puedan abrir una cuenta y tener un producto de una manera rápida y transparente, dejando atrás los procesos lentos y las visitas físicas”.
Los neobancos, las startups y las fintech irrumpen en el mercado como una alternativa para atender las necesidades que tienen las personas frente a las instituciones financieras tradicionales; por su parte, los bancos están transformando la forma como interactúan con los usuarios, para así actualizar su modelo de servicio y su cobertura.
Latinoamérica cuenta con un mercado potencial muy atractivo para la adopción de diferentes modelos de inclusión financiera, ya que aproximadamente el 70% de la población está sin bancarizar; por su parte, la penetración de los smartphones para el año 2011 era de 7,6%, y en 2018 ascendió a 43,2%. Además, la población de la región está compuesta por gente más joven que la que se puede encontrar en Estados Unidos o Europa.
El modelo tradicional de las instituciones financieras también presenta oportunidades para la inclusión de nuevos jugadores y la transformación del servicio en la región. En Brasil hay más de 200 millones de personas y cinco bancos concentran 85% del mercado, casos similares suceden en Colombia, que cuenta una población de 50 millones y cinco instituciones financieras controlan el 80% de la actividad, o México, que con más de 125 millones de habitantes, seis bancos dominan el 75% del sector.
Como los clientes interactúan con su banco a través de canales digitales, dejan una gran cantidad de información valiosa sobre los productos que utilizan y la información que buscan. La banca digital provee al banco de las herramientas correctas para ejecutar campañas de marketing eficaces y habilita la venta cruzada a su base de clientes existente.
Las expectativas de los usuarios se concentran en la forma cómo la entidad los trata, maneja su dinero, los productos, bienes y los servicios que recibe de este. El día a día de los consumidores debe estar integrado perfectamente en el mundo en línea y digital, y la banca no puede ser la excepción.
“Los clientes son ahora quienes definen la forma en que requieren hacer los procesos y las transacciones. Los bancos de ahora no deben aspirar a cubrir solamente los servicios básicos de transacciones, sino además necesitan esforzarse por crear servicios con valor agregado”, explica Meyer Saavedra, gerente de ventas y consultor de soluciones para América Latina de BPC Banking Technologies.
Cuando un cliente tiene acceso a información mediante canales digitales, los bancos deben asegurarse que lo haga de forma segura en todo momento. Para lograrlo, las instituciones financieras cuentan con una robusta tecnología que garantiza la aplicación de las prácticas de seguridad interna como llaveros, validación de servidor y certificados de confianza. La autenticación biométrica, la autenticación de múltiples factores y la verificación de transacciones, le ofrecen al usuario una adecuada experiencia y el uso de diferentes mecanismos de autorización. Todas configurables por parte del banco.
“El objetivo es que con la implementación de esta tecnología las personas puedan hacer uso de todos los servicios digitales en tiempo real, desde la consulta de extractos e información de la cuenta, la transferencia de fondos, pago de facturas y recibos, apertura de cuentas en línea hasta transacciones con diferentes divisas, alianzas comerciales, hasta el acceso a préstamos y asesorías comerciales y financieras”, comenta Saavedra.
La inclusión financiera encuentra en la banca digital un aliado fundamental para llegar a las personas que por su ubicación geográfica, actividad económica o característica de vida no han tenido la oportunidad de contar con este tipo de servicios. Un impulso necesario en los países con economías en vía de desarrollo y que tienen como objetivo principal promover alternativas de crecimiento, formalización y acceso a los diferentes canales transaccionales.
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Last modified on 2020-11-13