De manera generalizada, la intermediación financiera durante la pandemia mantuvo sus niveles. En las cooperativas, los depósitos a junio tuvieron una variación anual de 13,1% y los créditos se incrementaron en 8,6%. Para los bancos la situación es similar, en cuanto a depósitos, a julio crecieron en 5,92% con respecto al año anterior y la cartera bruta de préstamos tuvo un crecimiento conservador de 0,34%. Lo que sí, las utilidades cayeron de manera importante, en las cooperativas se redujeron en -35,9% en junio y en los bancos en -55,7% en julio. A pesar de la pandemia, la morosidad en los bancos se redujo -0,32 puntos porcentuales con respecto a julio de 2019.
Las instituciones financieras (cooperativas, bancos) no son inmunes a la crisis. Sin embargo, son una herramienta en términos de intermediación financiera. Es decir, facilitan las transacciones entre partes, prestan un sistema de ahorro seguro y también son la fuente interna más importante de crédito en el país. El rol que cumplen en la economía es esencial, dado que permite inyectar los fondos excedentes (ahorro) de una parte de la población en manos de quienes necesitan dinero (préstamo) para diversas razones, entre ellas: consumo (vivienda, educación) y a la producción (comercial, microcrédito).
Principalmente se mide el desempeño y confianza de las personas en el sistema financiero con la evolución de los depósitos. A continuación, se revisará que ocurrió con las cooperativas y bancos durante la pandemia.
DINÁMICA DE LAS COOPERATIVAS DURANTE LA PANDEMIA
En el Gráfico 1 se aprecia la evolución de los depósitos totales en las cooperativas del país. La tendencia creciente se mantiene, incluso durante los últimos cuatro meses que han resultado críticos para la economía en general.
Gráfico 1
Depósitos totales en cooperativas en millones de dólares corrientes
Las captaciones de las cooperativas, en junio se establecieron en $ 10.652 millones. En términos relativos, implica una variación del 2% con respecto a mayo. Con referencia a junio del 2019, los depósitos crecieron en 13,1%. Es decir, a pesar de las diversas restricciones, las personas continúan depositando su dinero en las cooperativas y la dinámica no se restringe.
Del total de depósitos, 70% son a plazo fijo ($ 7.498 millones), los cuales corresponden a: depósitos de 1 a 30 días (18%); de 31 a 90 días (26%); de 91 a 180 días (23%); entre 181 y 360 días (28%); y finalmente, más de 361 días (5%). Mientras que el 30% restante son depósitos de ahorro ($ 2.926 millones).
En lo que a crédito se refiere, la tendencia también es creciente. La cartera de créditos para junio de 2020, se sitúa en $ 10.143 millones (Gráfico 2), que indica un incremento mensual de 1,1%. En términos anuales, en junio de 2020 la cartera de crédito creció en 8,6%.
Gráfico 2
Cartera bruta de las cooperativas en millones de dólares corrientes
En cuanto al destino de los créditos prestados por la cooperativas, se distribuyen (Tabla 1) en 53% para el consumo y 47% para la producción (comercial/productivo, vivienda y microempresa).
Tabla 1
Destino de la cartera bruta de crédito de las cooperativas a junio del 2020
A pesar de que los indicadores de depósitos y préstamos son crecientes, las utilidades netas de las cooperativas son las que han sido golpeadas por la crisis. A junio del 2020, las utilidades netas fueron de $ 55 millones, es decir, -35,9% que en junio del 2019.
¿QUÉ OCURRIÓ CON LA BANCA DURANTE LOS ÚLTIMOS MESES?
La banca ha evolucionado en los últimos meses de manera bastante similar a las cooperativas, teniendo en consideración que la banca maneja una cantidad de fondos bastante más amplia. Además, se dispone de información hasta el mes de julio, lo que amplía los horizontes de análisis.
Los depósitos recibidos por los bancos a julio del 2020 fueron de $ 33.825 millones (Gráfico 3). Esta cifra muestra un crecimiento mensual de 0,89% y en términos anuales indica que los depósitos crecieron en 5,92% con respecto a julio de 2019.
Gráfico 3
Depósitos totales en bancos en millones de dólares corrientes
Los depósitos en la banca, principalmente se conforman en 31% de captaciones monetarias, 26% depósitos de ahorro y un 38% a plazo fijo. Estos últimos se componen según la duración: de 1 a 30 días (22%); de 31 a 90 días (30%); de 91 a 180 días (25%); de 181 a 360 días (20%); y, un 3% a más de 361 días.
Por otra parte, cuando se revisa el crédito, también sigue una tendencia positiva (Gráfico 4) aunque se desacelera desde abril. En julio la cartera bruta de préstamos fue de $ 28.658 millones. Respecto al mes de junio muestra una mínima contracción de -0,78% ($ 224 millones menos). No obstante, con respecto a julio del año anterior, la cartera de créditos muestra un crecimiento de 0,34%.
Gráfico 4
Cartera bruta de los bancos en millones de dólares corrientes
La cartera bruta de créditos en junio se conforma (Tabla 2) por un 41% de crédito al consumo y un 59% de préstamos direccionados a la producción (comercial/productivo, vivienda y microempresas).
Tabla 2
Destino de la cartera bruta de crédito de los bancos a julio del 2020
Es importante mencionar que la morosidad a julio del 2020 se redujo a pesar de las condiciones presentadas por la pandemia. El porcentaje de morosidad cayó de 2,84% en junio a 2,65% en julio, lo que representa una variación mensual de -0,19 puntos porcentuales y -0,32 puntos porcentuales con respecto a junio de 2019.
El golpe a la banca no viene por el flujo de depósitos y préstamos, sino que las utilidades se han reducido de manera importante. A julio, las utilidades netas fueron de $ 157 millones, lo que implica una caída de -55,7% con respecto al año anterior.
A diferencia de la mayoría de sectores, la pandemia no golpeó la dinámica de las instituciones financieras, por el contrario, las personas tuvieron de igual manera acceso para guardar su dinero y también para solicitar nuevos préstamos.
Tener un sistema financiero sólido permite que la recuperación económica sea más rápida, dado que se dispone de mayores fondos para préstamos. Sin embargo, el ambiente de incertidumbre sobre los vaivenes de la economía ecuatoriana se traduce en mayor riesgo para los bancos y cooperativas al momento de prestar dinero.
Por: Karen Lucero, redacción Revista GESTIÓN.
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Last modified on 2020-08-23