El 25 de noviembre se conmemoró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, cuya relevancia crece en el ámbito social, político e incluso económico. En un esfuerzo multinstitucional se establecieron los “costos” empresariales que deja la violencia contra las mujeres en Ecuador y los resultados son alarmantes, pues compromete alrededor del 2% del PIB nacional producto de las consecuencias de la violencia.
La Cooperación Alemana, implementada por la GIZ, a través del programa Prevención de violencia contra las mujeres (PreViMujer), conjuntamente con la Universidad San Martín de Porres, presentaron los resultados de una investigación llevada adelante por Arístides Vara, especialista en producción científica en temas relacionados con costos empresariales de la violencia contra las mujeres.
Este tipo de investigaciones ya se han ejecutado previamente en Perú, Bolivia, Pakistán y Ghana. En Ecuador participaron 12.101 de trabajadores de 35 grandes y medianas empresas localizadas en distintas ciudades del país. El objeto de la investigación fue determinar los costos de la violencia contra las mujeres en relaciones de pareja (VcM) en la productividad laboral de las empresas.
Se estima que en el país al menos seis de cada 10 mujeres han sido agredidas psicológica, económica, física o sexualmente por su pareja o expareja, vulnerando sus derechos humanos y generando malestar en las sociedades modernas, incluso con repercusiones económicas y contables para los negocios. La VcM provoca días de trabajo perdidos por tardanza, ausentismo y presentismo de las agredidas, los agresores y el personal que lo atestigua.
Es un error pensar además que la VcM son solamente golpes o insultos, pues puede venir además en forma de humillaciones, amenazas y control económico, algo que se ha normalizado con el pasar de los años.
DATOS ALARMANTES
La investigación es un análisis descriptivo-comparativo que usó un cuestionario bajo el formato de autoreporte. Los cálculos de los días perdidos por VcM y de los costos indirectos en la productividad se efectuaron a partir de la estimación de los costos anuales de tardanza, ausentismo –costos relacionados por la cantidad de trabajo perdido por día ausente en función de la productividad de trabajo- y presentismo –costos relacionados al tiempo en el cual los trabajadores asisten a su espacio de labores, pero no son productivos-.
Varas además calculó el personal que atestigua VcM, midiendo la prevalencia del personal que es agredido o agresor según los reportes de colegas de trabajo, indagando en los efectos en el desempeño de la compañera agredida. La morbilidad psicológica y física también consta dentro de los costos invisibles que genera la VcM.
LOS RESULTADOS APUNTAN UNA PÉRDIDA DE PRODUCTIVIDAD
El estudio demostró que 31 de cada 100 trabajadores y trabajadoras de las grandes y medianas empresas que participaron en la investigación estuvieron involucrados en situaciones de Vcm, sea como agredidas o como agresores en algún momento de su relación de pareja. La violencia psicológica es el reporte más frecuente, con 32%, seguida de la física (14,5%), sexual (5,5%) y económica (4,8%). En el contexto laboral, lo más usual fueron las amenazas por teléfono o correo electrónico (10,7%). En el caso de los hombres, la tendencia en el reporte de ataque es similar.
Los impactos en la productividad son tangibles. El total de días al año que pierden las empresas ecuatorianas a causa de la VcM es de 18.153.892 días laborables por todo el personal involucrado en situaciones de VcM, equivalente a la fuerza de trabajo de 63.035 de empleados con cero productividad durante todo un año. En promedio, cada trabajadora agredida pierde 10,5 días hábiles de trabajo, mientras que el agresor se ausenta 7,8 días y quienes atestiguan alrededor de 11,4 días. En cifras macro, la VcM ha afectado a 46,88% del personal adecuadamente empleado en Ecuador.
Si es que se cuantifica en salarios, las empresas privadas ecuatorianas pierden alrededor de $ 574.076.646 por los días de trabajo perdidos en cuanto a presentismo, ausentismo y tardanzas provenientes de trabajadores agresores, trabajadoras agredidas y personal que atestigua estos hechos que les suceden a sus compañeras (Gráfico 1).
En el escenario en el cual se establezca un costo anual basado en el Valor Agregado – que no se produce- relacionado a la VcM, se destaca que el mismo alcanza casi los $ 1.800 millones, alrededor del 2% del Producto Interno Bruto de Ecuador para 2018.
Gráfico 1
Productividad, fuerza laboral perdida y costos empresariales por VcM (anuales en personal adecuadamente empleado en Ecuador (2018)
Varas menciona que la mayoría de los hombres son violentos durante sus relaciones, pues pese a que no existen vulneraciones a nivel físico, existe presión en cuanto a las decisiones y gustos de sus parejas; además de usar otros métodos para influir sobre ellas.
El cambio puede darse una vez que se visibiliza y se entiende que la violencia de género mantiene repercusiones incluso en el ámbito empresarial.
Estos resultados deberían motivar a las empresas ecuatorianas a colocar la prevención de la violencia contra las mujeres en el centro de sus políticas corporativas y de responsabilidad social. De esa forma se contribuye a la construcción de un Ecuador libre de violencia contra las mujeres.
Por: Eduardo Cobos, redacción Revista GESTIÓN.
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Last modified on 2019-11-28