Durante el 2020, en pleno pico de la pandemia, el sector financiero se volvió uno de los sectores claves en la recuperación de las actividades económicas del país. Sus activos totales crecieron en 8,69%, siendo el top 3 de entidades financieras el Banco Pichincha (con participación del 26,03%), Banco del Pacífico (14,35%) y el Banco de Guayaquil (11,89%). También hubo una reactivación en los depósitos, que alcanzaron un total de $ 3.850 millones durante el año pasado. Sin embargo, la eficiencia y rentabilidad financiera (ROA y ROE) mostraron tendencias decrecientes, por los altos costos operativos y la paralización parcial de actividades.
En un escenario de crisis sanitaria, el sistema financiero se configuró como uno de los motores de la economía para garantizar la participación de la ciudadanía en los diversos segmentos productivos y mermar los impactos de la pandemia sobre las dinámicas económicas. Sus funciones incluyen canalizar capitales hacia los sectores que necesiten reactivación y generar confianza en la población con facilidades en el acceso a sus servicios.
Para lograrlo, se debe buscar un manejo óptimo de las operaciones y presentar indicadores positivos de desempeño y sostenibilidad. Según el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), es imperante que las entidades reestructuren sus servicios para que los agentes económicos cuenten con suficiente liquidez, y para que los deudores del sistema financiero continúen siendo sujetos de crédito.
En la pandemia, estas entidades presentaron un crecimiento sostenido que se reflejó en una fortaleza financiera. Aquí se exponen los rankings de los bancos del país estructurados por variables como activos, patrimonio y depósitos, con información publicada por la Superintendencia de Bancos y la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca).
DESPUNTAN LOS ACTIVOS
Los activos son los recursos a través de los cuales los bancos operan. El 2020 cerró con un crecimiento sostenido de los activos bancarios de 8,69%, manteniendo la tendencia positiva desde el 2019, cuando se registró un aumento de 8,78%.
La mayor participación de activos la tiene Banco Pichincha, 26,03%, lo que equivale a casi $ 12.600 millones de activos dentro del mercado. Le sigue el Banco del Pacífico, con una participación de 14,35%, es decir $ 6.951,45 millones activos, y Banco de Guayaquil, con una valoración de 11,89%, con un total de $ 5.761,26 millones de activos (Tabla 1).
Tabla 1
Ranking de bancos por activos (en $ millones)
Es importante tener en cuenta que el crecimiento de los activos se profundizó en los últimos meses del año. De acuerdo con la Superintendencia de Bancos, del crecimiento de $ 3.875 millones en activos que se registró a lo largo del 2020, el mes de diciembre representa el 45% del crecimiento, lo que equivale a $ 1.745 millones.
LOS DEPOSITOS TAMBIÉN SE DISPARARON
Las tasas de crecimiento de los depósitos fueron más altas durante el 2020, llegando a 11,4%, frente al crecimiento de 7,75% del 2019. Se evidencia una misma tendencia hacia los últimos meses del año. De acuerdo con la Superintendencia de Bancos, en diciembre 2020, los depósitos crecieron $ 1.874 millones de los $ 3.850 millones que se registraron durante todo el 2020. Esto se debió, principalmente, a los montos percibidos por la nueva deuda que entró al país durante los últimos meses del año. En la Tabla 3 se evidencia que los bancos que recibieron más depósitos fueron: Pichincha, Pacífico y Produbanco.
Tabla 3
Top 10 de bancos por depósitos (en $ millones)
LOS PATRIMONIOS Y LAS UTILIDADES NETAS CON MEJORAS MÍNIMAS
El patrimonio bancario, que se compone por los medios propios de la entidad financiera, está conformado mayoritariamente por los beneficios no distribuidos, así como las aportaciones de los accionistas de la empresa. Durante la pandemia, los bancos cerraron con niveles similares en su patrimonio, de un total de $ 5.045 millones en el 2019, a $ 5.094 millones en el 2020, lo que implica una variación positiva de 0,94%. (Tabla 4)
Tabla 4
Top 10 de bancos por patrimonio (en $ millones)
Los puestos son similares a los presentados en el ranking por activos, mostrando que los que lideran la lista (Banco Pichincha, Banco del Pacífico y Banco de Guayaquil) tienen la suficiente resiliencia y consolidación para ubicarse en la cima del mercado financiero, incluso después de la recesión que sigue representando la crisis sanitaria.
Se ven tendencias similares en la cuenta añadida entre el patrimonio más la utilidad neta, que es un indicador presentado por la Asobanca. Para finales del 2020, se registró un aumento del 0,9%, frente al mismo periodo del 2019 (Gráfico 1), lo que se vislumbra a primera vista como una variación mínima, pero representa un incremento de más de $ 47 millones al total de patrimonio y utilidad, cuyo valor total bordeó los $ 5.094 millones.
Gráfico 1
Patrimonio + utilidad neta. Variación anual.
DETERIOROS EN LA CARTERA BRUTA
Las tendencias al alza registradas hasta este momento se ralentizaron en los indicadores de cartera bruta. Esto resulta un fuerte agravio para el adecuado funcionamiento del sistema financiero, dado que constituye la principal fuente de ingresos en lo que respecta a las operaciones crediticias. A pesar de que se presentaron cifras de crecimiento hacia los últimos meses del año después de una contracción generalizada en los primeros dos semestres, la tasa es mucho más lenta que la percibida en los activos y depósitos, ya que no crecen a la misma velocidad.
De acuerdo con la Superintendencia de Bancos, 12 de los 24 bancos muestran señales de decrecimiento en su cartera bruta, en contraste con las cifras de finales del 2019. De igual manera, tres de los bancos importantes que se encuentran en el top 10, marcaron una tasa de crecimiento de la cartera bruta cercana a cero, entre los que se encuentran Banco del Pacifico (0,49%), Produbanco (0,33%) y Banco Rumiñahui (-0,02%)
ANÁLISIS DE RENTABILIDAD, LIQUIDEZ Y SOLVENCIA
Frente a lo expuesto, hay que verificar cómo se han desempeñado los bancos en términos de un buen manejo operativo. En primer lugar, en cuanto a liquidez, las entidades han presentado buena rentabilidad, ya que la relación entre los fondos disponibles y el total de depósitos a corto plazo fue de 34,1% para finales de 2020. Esto implicó un incremento de 8,1 puntos porcentuales de la liquidez frente al 2019 (Gráfico 2).
Gráfico 2
Liquidez bancaria, variación anual (%).
La solvencia financiera presenta tendencias similares. Según la Asobanca, el nivel de solvencia, que mide la relación entre el patrimonio técnico constituido y el total de activos ponderados por riesgo, a finales del noviembre del año pasado alcanzó un porcentaje de 14,6% (Gráfico 3), con una variación positiva de 1,1 puntos porcentuales, lo que supera las normativas legales (que exigen al menos un 9%), y demuestra que las entidades financieras gozan de solvencia frente a posibles riesgos.
Gráfico 3
Solvencia bancaria, variación anual (%)
No obstante, se evidencia todavía falencias en el manejo de operaciones. El ROA y el ROE, según la Asobanca, presentan tendencias decrecientes. Esto implica necesariamente una fuerte contracción en el acervo de cartera bruta para operaciones crediticias (como ya se observó). Esto, a su vez, obedece a la paralización parcial de varios sectores dentro de la economía, lo que puso en jaque a miles de familias ecuatorianas, que no buscaban colocar sus ahorros dentro de las entidades, sino sobrellevar sus necesidades básicas con la mayor liquidez inmediata posible.
Frente a esta situación, los bancos deben seguir trabajando para otorgar cada vez más facilidades a los ciudadanos ecuatorianos, para movilizar de mejor manera el capital y mostrar tendencias positivas sólidas en todos sus indicadores, sobre todo en aquellos que miden la rentabilidad de las operaciones.
(*) Elaborado por Aitana Veloz, analista económica Revista Gestión.
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