Los precios reflejados en agosto se mantienen en deflación. La variación mensual fue de -0,32% mientras que la anual fue de -0,76%. Sin embargo, hay signos de una leve recuperación, sobre todo en categorías como los restaurantes, que durante la pandemia fueron duramente golpeados. La canasta básica tuvo un costo de $ 711,33 a nivel nacional, siendo la Sierra la región más cara. La tendencia deflacionaria tanto mensual como anual fue generalizada en las nueve ciudades que considera el INEC.
La inflación calculada mediante el Índice de Precios al Consumidor (IPC) es un indicador de referencia de la evolución general de precios de un conjunto de bienes y servicios con un total de 359 productos. El levantamiento de esta información se realiza en nueve ciudades consideradas por el INEC.
En agosto del 2020, casi todas las actividades económicas han retomado moderadamente su funcionamiento, posterior al confinamiento obligatorio por la pandemia. Apenas 13 jurisdicciones se mantienen en semáforo rojo limitando con mayor rigor el desarrollo de sus actividades. En definitiva, esta “reanimación” de la economía puede verse reflejada en los precios.
El IPC en agosto se ubicó en 104,63 puntos. Mantiene por segunda vez consecutiva -en lo que va del año- una variación anual negativa de -0,76%. La caída anual de los precios se mantiene constante desde mayo del 2020, reflejando los efectos del cese de las actividades económicas a mediados de abril. Sin embargo, la variación mensual de precios -que también fue negativa (-0,32%)- es relativamente menor a las deflaciones de junio y julio (Gráfico 1).
La variación en lo que va del año (variación acumulada) es de -0,55%, este valor es el más bajo desde 1971, cuando la inflación acumulada fue de -0,76 puntos en febrero.
Gráfico 1
Inflación mensual, anual y acumulada
RESTAURANTES Y TURISMO, CON LEVE RECUPERACIÓN REFLEJADA EN LOS PRECIOS
La canasta del IPC diferencia 12 divisiones de consumo. La división de Alimentos y bebidas no alcohólicas se mantiene como la que más incide en la deflación, con una variación mensual de -0,1771%. Esta división representa 22,45% del total de la canasta y se compone de 115 productos. Los tres primeros productos que bajaron más su precio en ese mes fueron la cebolla paiteña, el arroz y la carne de res sin hueso. El Transporte también ha contribuido notablemente a mantener la tendencia decreciente, con -0,0701%, siendo los viajes en avión y la gasolina de alto octanaje los más afectados (Gráfico 2).
No obstante, la tendencia deflacionaria se está suavizando como se mostró en el Gráfico 1. La tasa de variación mensual por divisiones de consumo muestra de mejor manera ese fenómeno, pues aunque 10 de las 12 divisiones decrecieron, la variación es mucho menor a la de los meses previos. Por ejemplo, Alimentos y bebidas en julio decreció en -0,76% en contraste con la caída de -0,0701% de agosto. Asimismo, Prendas de vestir y calzado en julio cayó en -1,44%, es decir, -1,4% menos que en agosto.
La división que llama más la atención en agosto es la de Restaurantes y hoteles ya que fue una de las más perjudicadas por el confinamiento. Pasó en julio de ser el sector con el IPC más bajo, con una inflación negativa de -2,6%, a ser de los dos únicos sectores con inflación positiva en este mes.
Aunque la inflación es marginal (0,0012%), esto da señales de que se está reactivando la oferta y la demanda, teniendo un mínimo impacto positivo en la industria del turismo. La adaptabilidad de algunos negocios, como restaurantes, al contexto del distanciamiento social mediante el uso de medios digitales ha dinamizado aún más este sector.
Gráfico 2
Incidencia en la inflación mensual por divisiones de consumo
VIVIR EN LA SIERRA ES $ 21 MÁS CARO QUE EN LA COSTA
En el cálculo de la inflación se incluye tanto a los bienes como a los servicios, con una ponderación dentro del IPC de 77,72% y 22,28%, respectivamente. Desde mayo, los bienes han sido mucho más afectados que los servicios, por la contracción de la demanda, y sobre todo porque en ese tiempo se dependía más de los servicios que de ciertos bienes suntuarios. En agosto, los bienes tuvieron una caída de precios de -0,54%, en contraste con los servicios que cayeron en -0,03%.
La canasta básica familiar es el conjunto de bienes y servicios que consumen los hogares ecuatorianos mensualmente. En el mes de referencia, la canasta básica familiar tuvo un costo de $ 711,33, que en contraste con “el promedio” del ingreso mensual familiar ($ 746,57), la media de hogares tuvo un excedente de $ 35,34 en agosto. Sin embargo, se debe tomar en cuenta la reducción de sueldos de muchos empleados y el millón de desempleados que no disponen de tales ingresos.
Tabla 1
Canasta Familiar Básica y restricción/excedente en el consumo
Segmentando por regiones, la canasta básica familiar en la Sierra tuvo un costo de $ 721,92, mientras que en la Costa fue de $ 700,74, es decir, que en la Sierra se necesitan $ 21,18 más para cubrir la canasta. No obstante, la variación mensual de los precios fue más baja en la Sierra, con una caída en los precios de -0,38%, en contraste con la Costa, cuya deflación fue de -0,26%.
El Gráfico 3 muestra las ciudades más caras del país, al menos de entre las nueve analizadas por el INEC. Loja es la ciudad más cara, pues para cubrir la canasta básica se requiere $ 733,17. Le siguen Manta ($ 731,74) y Cuenca ($ 730,86).
Gráfico 3
Canasta Familiar Básica por ciudades
Los datos presentados por el INEC acerca de la inflación de agosto dan indicios de una leve reactivación económica, aunque no en todos los sectores. A nivel de inflación acumulada no se ha visto tal caída en los precios durante más de cinco décadas, por lo que ya vemos en qué dimensión ha afectado el coronavirus a la economía. Se espera que el mercado retome su equilibrio y los precios puedan estabilizarse.
Por: Karen Lucero, redacción Revista GESTIÓN.
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Last modified on 2020-09-06