Cansados, pero con la sensación haber ganado una dura batalla al Gobierno del presidente Guillermo Lasso, salieron de Quito miles de indígenas, hombres, mujeres y niños, de todas las edades y nacionalidades. Lo hicieron abordo de volquetes, camionetas, autos y buses, para regresar a sus provincias, principalmente de la Sierra y Oriente. Ondeaban victoriosos las banderas de Ecuador y la whipala, característica del movimiento indígena. Así fue como concluyeron en la capital 18 días de paralizaciones, la tarde del jueves 30 de junio, que a escala nacional dejaron un saldo de al menos seis fallecidos, centenares de heridos, bloqueos viales, violencia y millonarias pérdidas económicas. Basura, escombros y destrozos en calles y aceras, en bienes públicos y privados, quedaron como rastro de los enfrentamientos.
Fuente: El Universo.
Last modified on 2022-07-01