En un momento decisivo para Ecuador, cuando el país acaba de votar por un nuevo presidente este 9 de febrero de 2025, los desafíos demandan una respuesta integral y efectiva. Daniel Noboa o Luisa González heredarán un país que atraviesa una de sus crisis más complejas, donde la inseguridad, el desempleo y la inestabilidad económica se han convertido en las principales preocupaciones de la población. Según datos de Comunicaliza, estas tres dimensiones representan más del 70% de las preocupaciones de los ecuatorianos, estableciendo una clara agenda para el próximo gobierno (Gráfico 1).
Gráfico 1
Top 10 principales preocupaciones de los ecuatorianos
LA CRISIS DE SEGURIDAD: EL DESAFÍO MÁS URGENTE
La inseguridad se ha convertido en el problema más apremiante para Ecuador. Los datos del Ministerio del Interior revelan una escalada dramática en la violencia durante los últimos años, con una tasa de homicidios que pasó de 6,84 por cada 100.000 habitantes en 2019 a 38,9 en 2024.
El Plan Fénix, implementado por el gobierno de Noboa en diciembre de 2023, mostró inicialmente resultados prometedores, logrando una reducción del 16% en la tasa anual de homicidios en comparación con 2023. Sin embargo, un análisis más detallado de las cifras mensuales revela un panorama complejo y preocupante (Gráfico 2).
Gráfico 2
Evolución de la tasa de homicidios 2014-2024
La evolución mensual de las muertes violentas durante 2024 presenta un patrón que merece especial atención. Tras la declaración del conflicto armado interno por parte del presidente Noboa en enero de 2024, se logró una reducción significativa inicial, alcanzando en febrero el punto más bajo con 384 homicidios, la cifra mensual más baja desde abril de 2022. Esta disminución del 63% en los días posteriores a la implementación del Plan Fénix parecía indicar un cambio de tendencia (Gráfico 3).
Gráfico 3
Homicidios mensuales 2023-2025
Sin embargo, a partir de marzo de 2024, los números comenzaron a incrementarse nuevamente. Agosto marcó un punto de inflexión preocupante con 617 muertes violentas, superando incluso la cifra del mismo mes en 2023. El último trimestre del año mostró un deterioro sostenido de la situación, con diciembre alcanzando 695 muertes violentas, convirtiéndose en el mes más violento de 2024.
La situación se tornó aún más crítica en enero de 2025, cuando se registraron 731 homicidios, marcando un incremento del 45% respecto al mismo mes del año anterior. Este repunte dramático, a pesar de la continuidad del Plan Fénix y la militarización de las calles, sugiere una adaptación de las organizaciones criminales a las medidas de seguridad implementadas y posiblemente una fragmentación de los grupos delictivos que ha resultado en mayor violencia. La tendencia al alza en el primer mes de 2025 sugiere que las medidas actuales, aunque necesarias, no son suficientes para contener la violencia a largo plazo.
EL RETO DEL MERCADO LABORAL
La situación laboral en Ecuador presenta un panorama complejo. Según datos del INEC, la tasa de empleo adecuado cerró 2024 en 33%, significativamente por debajo del 35,9% registrado en diciembre de 2023, evidenciando un deterioro en la calidad del empleo. Este retroceso de 2,9 puntos porcentuales representa aproximadamente 262.959 ecuatorianos que perdieron su empleo adecuado durante el último año (Gráfico 4).
Gráfico 4
Evolución mensual del empleo adecuado 2022-2024
Un análisis más detallado de las cifras revela patrones preocupantes en la estructura del mercado laboral. El subempleo se ha incrementado hasta alcanzar el 24,5% en diciembre de 2024, mientras que el otro empleo no pleno se mantiene en 28,8%, y el empleo no remunerado en 10,9%. Esto significa que más del 64% de la población ocupada se encuentra en condiciones laborales precarias o inadecuadas.
Particularmente alarmante es el crecimiento del sector informal, que alcanzó un máximo histórico de 58% en diciembre de 2024, un incremento significativo desde el 55,7% registrado en diciembre de 2023. Esta tendencia al alza en la informalidad refleja la incapacidad de la economía formal para absorber la fuerza laboral, empujando a más ecuatorianos hacia actividades económicas sin protección social ni beneficios laborales (Gráfico 5).
Gráfico 5
Evolución del sector informal
La volatilidad en las tasas de empleo adecuado durante 2024 refleja la inestabilidad del mercado laboral. Aunque se observaron picos positivos en junio (35,4%) y septiembre (36,1%), la tendencia general fue descendente, especialmente en el último trimestre del año. Esta inestabilidad sugiere que las políticas de generación de empleo no han logrado crear condiciones sostenibles para el crecimiento del empleo formal.
Por otra parte, la brecha salarial de género persiste como un problema estructural que profundiza las desigualdades en el mercado laboral. Según Multitrabajos, en diciembre de 2024, los hombres percibían un salario promedio de USD 861, mientras que las mujeres USD 798, una diferencia del 7,88% (Gráfico 6).
Gráfico 6
Brecha salarial por género en 2024
Esta disparidad se mantiene a pesar de la existencia de normativas que promueven la igualdad salarial, lo que sugiere la necesidad de implementar mecanismos más efectivos de fiscalización y políticas activas de equidad laboral. La combinación de un sector informal creciente, la disminución del empleo adecuado y la persistente brecha salarial de género presenta un desafío multidimensional para el próximo gobierno.
POBREZA Y DESIGUALDAD: UNA DEUDA SOCIAL PENDIENTE
Los indicadores sociales de Ecuador revelan un preocupante retroceso en la lucha contra la pobreza. Según datos del INEC, la tasa de pobreza se incrementó al 28% en 2024, mientras que la pobreza extrema alcanzó el 12,7%, niveles que nos retrotraen a la crisis pandémica y que borran una década de avances sociales (Gráfico 6).
Gráfico 7
Evolución de la pobreza y pobreza extrema 2012-2024
El incremento de 1,8 puntos porcentuales en la pobreza entre 2023 y 2024 (de 26% a 28%) refleja un deterioro significativo en las condiciones de vida de los ecuatorianos. Más preocupante aún es el aumento de la pobreza extrema, que pasó de 9,8% a 12,7% en el mismo período, lo que representa el mayor incremento anual desde la crisis pandémica.
Este deterioro de los indicadores sociales está íntimamente ligado a otros problemas estructurales de la economía ecuatoriana. La persistencia de un alto sector informal (58% en diciembre 2024), la reducción del empleo adecuado (33% al cierre de 2024) y el aumento del subempleo han creado un círculo vicioso que dificulta la movilidad social y perpetúa la pobreza intergeneracional.
LA CONFIANZA INTERNACIONAL Y EL RIESGO PAÍS
Los indicadores de confianza internacional muestran una evolución favorable para Ecuador en el inicio de 2025. Según el Banco Central del Ecuador, el riesgo país ha experimentado una significativa reducción, pasando de 1.200 puntos a inicios de enero a 912 puntos en febrero de 2025, marcando una tendencia que podría resultar fundamental para el próximo gobierno (Gráfico 7).
Gráfico 8
Evolución del riesgo país enero-febrero 2025
Como señalan Katherine Elizabeth Lindao Jurado y Juan Carlos Erazo Blum en su artículo “Riesgo país Ecuador: principales determinantes y su incidencia”, los factores más significativos que influyen en la calificación de riesgo del país son la deuda externa, el índice de precios al consumidor y las variables de competitividad representadas por los términos de intercambio.
Esta tendencia descendente adquiere mayor relevancia considerando que, en las últimas dos décadas, el indicador ha mantenido un promedio de 1.020 puntos. Los momentos más críticos se registraron durante crisis específicas, como el default de 2008 y la pandemia del COVID-19, cuando el indicador superó los 6.000 puntos, evidenciando la sensibilidad del mercado a eventos económicos y políticos significativos.
El análisis por períodos gubernamentales revela dinámicas importantes en la percepción internacional sobre la economía ecuatoriana. La gestión de Daniel Noboa heredó un riesgo país elevado, que durante su mandato ha promediado 1.300 puntos, por encima del promedio histórico. Este nivel refleja las tensiones acumuladas durante el gobierno de Guillermo Lasso, que enfrentó un promedio de 1.275 puntos, influenciado por la inestabilidad política y la activación de la muerte cruzada.
La reciente tendencia a la baja del indicador, según analistas del mercado, responde a las expectativas sobre la continuidad de políticas fiscales responsables y el compromiso con las obligaciones internacionales. Esta mejora en la percepción internacional resulta crucial para el próximo período gubernamental, ya que impacta directamente en el costo del financiamiento externo y las posibilidades de inversión en el país.
El próximo gobierno tendrá la responsabilidad histórica de enfrentar estos desafíos, pero el verdadero cambio requerirá más que acciones del Gobierno. El momento exige un compromiso colectivo de todos los ecuatorianos: sector público, empresa privada, academia y sociedad civil deben trabajar en conjunto para construir un país más seguro, próspero y equitativo.
(*) Elaborado por economista Liz Ortiz, analista económica Revista Gestión.
Last modified on 2025-02-10