La inflación anual de febrero 2022 fue 2,71%, la más alta registrada en los últimos cinco años. El incremento de precios afecta mucho más a los hogares pobres y a la clase socioeconómica vulnerable. El costo de los productos aumenta, pero no así los ingresos. Solo una de cada tres personas en Ecuador tiene un empleo adecuado y el 65% de la población es pobre, indigente o vulnerable. El incremento de precios responde a diferentes factores nacionales e internacionales y pone en riesgo la seguridad económica de millones de personas.
EL AUMENTO DE LOS COMBUSTIBLES, LA CRISIS LOGÍSTICA Y LA GUERRA INCREMENTAN LOS PRECIOS EN EL ECUADOR
La inflación se ha convertido en una preocupación creciente a nivel mundial, especialmente para las personas de menores recursos. La recuperación de la actividad económica fue más fuerte de lo esperado en el 2021, lo que conllevó a altos niveles de demanda y, por lo tanto, de inflación. Sumado a esto, la crisis logística mundial, que incrementó los precios de los fletes y del transporte, causó que se aumente aún más los precios de los productos. Y como factor adicional reciente y muy importante, la invasión rusa a Ucrania también contribuye a que los precios crezcan, pues ambos países exportan bienes fundamentales para el mundo.
Un punto importante es que el incremento de los precios afecta más a los hogares vulnerables. Un informe del BID indica que muchos países de América Latina y el Caribe se enfrentan ahora a un doble riesgo: la desaceleración económica y la alta inflación. La investigación sugiere que la prioridad de los bancos centrales, a corto y mediano plazo, debe ser combatir la inflación.
El estudio recalca también que la inflación supone una carga muy elevada para los hogares pobres, ya que estos son, en gran medida, consumidores precarios, por lo que incluso pequeños aumentos tienen fuertes implicaciones en su consumo.
La inflación en Ecuador se mantiene entre las más bajas de la región, por ser un país dolarizado. Aun así, en febrero de 2022 la inflación anual fue de 2,71%, la más alta registrada en cinco años y, al igual que en el resto del mundo, el aumento de precios afectará más a los hogares pobres.
La inflación anual compara los precios del mes de febrero de 2022 con los de febrero 2021, por lo que en total hubo un incremento de 2,71% en un año. El cálculo, realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), clasifica en 12 divisiones el consumo. Las divisiones que más incidieron en febrero fueron la de transporte y los alimentos y bebidas no alcohólicas. Las otras tres divisiones fueron muebles para el hogar, educación y salud.
El INEC calcula el incremento de precios para una Canasta Básica Familia (CFB), un conjunto de 75 bienes y servicios necesarios para satisfacer las necesidades básicas de las familias ecuatorianas. Se considera una estructura fija un hogar compuesto por cuatro miembros y con 1,6 personas que reciban el salario básico unificado (SBU). En febrero de 2022, la CFB alcanzó el valor de $ 725,16, para el mismo mes del año anterior el valor era de $ 712,07, es decir, un incremento anual de 1,84%.
A pesar de que para el 2022, el SBU en Ecuador aumentó a $ 425, solo un tercio de la población ocupada (33,1%) recibe esta remuneración. Si 1,6 personas del hogar recibieran la remuneración básica unificada ($ 793,33), se lograría cubrir el costo de la canasta, incluso con un excedente de $ 68,17. Pero esta no es la realidad de la mayoría.
El 70% restante recibe salarios inferiores por sus condiciones de actividad, subempleo, otro empleo no pleno o empleo no remunerado. Las cifras oficiales indican que 53,1% de la población se encuentra en el sector informal, el porcentaje más alto registrado históricamente en el país.
LA INFLACIÓN AFECTA MÁS A LA CLASE VULNERABLE DEL PAÍS
La investigadora de mercado Kantar en Ecuador –una empresa que se enfoca en consultoría de marca y análisis de datos- identifica anualmente los cambios en las clases socioeconómicas del Ecuador. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), a través del Sistema Integrado de Encuestas a Hogares (SIEH), realiza encuestas sociodemográficas a los hogares del país. A partir de esos datos y con una metodología del Banco Mundial, la consultora identifica las clases socioeconómicas según el ingreso de los hogares.
Dentro de esta clasificación, está la clase vulnerable, con un ingreso mensual por hogar de cuatro miembros de entre $ 322 y $ 802. La mayor parte de la población ecuatoriana se encuentra dentro de esta clase socioeconómica, y aumentó de 39% antes de la pandemia a 41% en julio del 2021. Dentro de esta clase, existe un porcentaje de hogares que no logra cubrir el valor de la CFB y otro que lo cubre con un excedente máximo de $ 77.
La clase vulnerable se caracteriza por no tener seguridad económica, lo que quiere decir que hay una alta probabilidad de volver a caer en la pobreza. Muchas de estas personas, previamente se encontraban en la pobreza, pero salir de ella no significó tener ingresos estables que les permita un nivel de vida adecuado.
Y es justamente esa inseguridad económica la que se ve principalmente afectada por la alta inflación. Para el 2021, la clase vulnerable, la clase pobre (ingresos entre $ 161 a $ 321 por hogar) y la clase indigente (ingresos hasta $ 160) representan 65% de la población ecuatoriana (Gráfico 1).
Dado que los hogares con menores ingresos gastan proporcionalmente más en alimentos, transporte y productos esenciales, la inflación actual impacta e impactará, sobre todo, en los pobres. Además, pone a la clase vulnerable en riesgo de volver a caer en la pobreza.
Gráfico 1
Clases socioeconómicas en el Ecuador
EL AUMENTO DEL COSTO DE VIDA EN UN AÑO
De febrero 2021 a febrero 2022, la mayoría de los productos incrementaron su precio. El producto con mayor incremento fue la gasolina extra, con un aumento de 44,92%; le sigue el diésel, con 40%. Y, a pesar de que los precios de ambos combustibles fueron congelados en octubre, sí representan un aumento significativo en el costo de vida de la población en un año, especialmente por el incremento en el transporte interurbano (13,74%) y urbano (8,4%), ya que es la forma de movilización de la mayor parte de la población.
Las otras divisiones de consumo, como la salud, muebles para el hogar y educación, también aumentaron los precios. En el Gráfico 2, se especifican los productos con mayor incremento de cada división, excluyendo a alimentos y bebidas que se analizarán posteriormente.
Dentro de salud, se incrementaron los servicios dentales y los de hospital, y dentro de educación, todos los servicios aumentaron más del 4% en un año. La baja inflación demuestra un crecimiento económico en la economía, lo cual es deseable, pero para que no afecte al consumo de los hogares, es necesario que se incremente también el ingreso, pero las cifras de empleo adecuado e informalidad indican lo contrario.
Gráfico 2
Variación anual de divisiones de consumo
De acuerdo con los datos de Kantar, para julio del 2021, el 30% de las personas encuestadas en Guayaquil no lograba cubrir algún servicio básico (electricidad, agua, teléfono). Además, en Quito y Guayaquil, el 42% de las personas indicaron que se mantienen con las justas. En cuanto a las pensiones o gastos educativos de los hijos, el 26% de las personas en Guayaquil indicaron que estaban en mora mientras que para Quito fue el 21%.
MENORES INGRESOS Y VIDA MÁS CARA EN EL CAMPO
Los alimentos y bebidas no alcohólicas es la segunda división de consumo que más incidió en la alta inflación anual. Los productos con mayor incremento fueron el aceite vegetal (36,5%), la lenteja (27,4%) y el aceite puro (23,4%). El incremento dentro de esta división es importante, varios productos superan la inflación del 10% (Gráfico 3). El aumento en el precio de los alimentos es peligroso, pues puede conllevar a una trampa de pobreza, dado que los hogares consumen menos alimentos de buena calidad, reemplazándolos por otros más baratos, lo que en el futuro genera un menor desarrollo en las capacidades de las personas y, por lo tanto, menores ingresos y calidad de vida.
Por el otro lado, es la única división de consumo con tantos productos que redujeron el precio y alta inflación negativa. Este es el otro lado de la inflación, mientras el costo de vida aumenta, hay varios productos campesinos más baratos, lo cual indica que los ingresos de sus productores han disminuido durante este año. Este es el caso de la cebolla blanca, el fréjol, la mandarina, el pepinillo, entre otros (Gráfico 3).
Dentro de esta división, se encuentran algunos productos que se importan del exterior, no todo es producido dentro del país. Sin embargo, dados los factores externos antes mencionados, los precios de los productos importados han aumentado. Y para los productos campesinos es lo opuesto.
Gráfico 3
Variación anual en alimentos y bebidas no alcohólicas
Los precios se han incrementado en el país, pero para lograr diferenciar la razón específica del incremento se requieren metodologías econométricas más complejas. Cierta parte del aumento es atribuible a la reducción de los subsidios de los combustibles, pues sí incide en los precios de transporte, y por lo tanto de los productos en general. Sin embargo, la fuerte reactivación de la demanda, la crisis logística y la guerra en Ucrania explican la otra parte del incremento. El problema de fondo es que sus resultados afectan en una medida mucho mayor a los hogares vulnerables, aquellos que ya se vieron principalmente afectados por la pandemia y con la inflación se dificultará aún más su recuperación.
(*) Analista económica de Revista Gestión.
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Last modified on 2022-03-20