En noviembre, según los datos más recientes de la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (Enemdu), el mercado laboral mostró mejorías en la categoría de subempleo, no obstante, se registraron altas tasas de empleo no remunerado, especialmente en el sector agropecuario.
De manera general, la tasa de desempleo tuvo una pequeña reducción en noviembre de 2023, pasó de 3,8% a 3,5% respecto al año anterior; la tasa de empleo adecuado mejoró levemente, de 35,6% a 35,8% respecto a 2022, aunque bajó un punto porcentual mensualmente. Adicionalmente, hubo una reducción en el subempleo de 22,90% en el año 2022 a 21% para 2023; sin embargo, el empleo no remunerado no mejora, pues este mes aumentó en 2,5 puntos porcentuales, pasando de 8,90% a 11,3%, es decir, actualmente 962.820 personas no cuentan con una remuneración por su trabajo (Gráfico 1).
Gráfico 1
Evolución del subempleo y empleo no remunerado en noviembre 2020 – 2023
EMPLEO NO REMUNERADO CON CIFRAS PREOCUPANTES
El empleo no remunerado muestra un aumento en sus cifras para noviembre de 2023. Al desagregarlo por actividad, los resultados reflejan que el porcentaje más alto es en la agricultura y ganadería, con un 26,51%, debido a la alta informalidad y tradición de utilizar trabajo familiar sin pago en el sector agropecuario. Precisamente, la principal dificultad de la agricultura familiar es el trabajo no remunerado.
Le siguen subsectores como el alojamiento y servicios de comida, con un 9,23%, explicado por los estrechos márgenes de ganancia en hotelería y restaurantes que llevan a depender de mano de obra no remunerada; el comercio informal que usa familiares sin contrato ni salario, con un 8,58%; y actividades como la manufactura y la minería artesanal de pequeña escala.
Según Puyano y Romero (2012), en su artículo ¿Informalidad o dualismo en las manufacturas mexicanas?, en esto influye la participación de unidades familiares de producción con predominio de fuerza laboral no retribuida, “pues en los pequeños negocios de servicios y manufacturas, se tiene principalmente el empleo por cuenta propia, el familiar y el doméstico”. Adicionalmente, según Pérez y Calderón (2004) en su artículo Algunas consideraciones sobre el comercio informal en la ciudad de México, la inexistencia de contratos entre el empresario y el trabajador que representen acuerdos, conlleva a una carencia de protección jurídica del trabajador son los negocios de propiedad familiar dado que sus actividades económicas son a pequeña escala (Gráfico 2).
Gráfico 2
Top 5 de actividades con más empleo no remunerado
EL SUBEMPLEO MEJORÓ EN ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Y DEFENSA
Las cifras del subempleo para noviembre 2023 muestran ligeras mejoras en comparación con el mismo mes del año 2022, especialmente en el sector de la administración pública, defensa y seguridad social, que presentan el porcentaje más bajo de subempleo de entre todas las actividades, con un 0,71%, esto puede deberse a que en las instituciones públicas hay mayor formalidad laboral (Gráfico 3).
Gráfico 3
Ranking de actividades con menor tasa de subempleo
Otras actividades económicas que registran bajos niveles de subempleo son la distribución de agua y alcantarillado, con un 4,20%, así como el suministro de electricidad, gas y aire acondicionado, con un 5,58%. Esto se debe a que son servicios públicos esenciales donde la demanda se mantiene estable durante todo el año. Asimismo, al ser provistos mayormente por el Estado, presentan altos niveles de formalidad.
El sector inmobiliario también muestra un bajo subempleo, del 7,53%, que podría explicarse por ser una actividad de altos ingresos. Las actividades financieras y de seguros registran un 8,06%, cifra coherente dado que la banca y los seguros suelen tener procesos rigurosos de selección y contratación, además de gozar de cierto prestigio y estatus. Sin embargo, en otros sectores los niveles de subempleo aún reflejan deficiencias considerables en la calidad, por lo que se necesitan mejoras sostenidas en las condiciones laborales (Gráfico 3).
Gráfico 4
Actividades con más subempleo
Por otro lado, el sector de construcción es la actividad con el índice más alto de subempleo, registrando un 41,99%. A pesar de ser uno de los sectores más importantes en la economía ecuatoriana, presenta elevados niveles de informalidad. Según datos del INEC, en noviembre de 2023, el 74,77% de los trabajadores de la construcción pertenecía al sector informal.
La segunda actividad con mayor subempleo es el rubro artístico y de entretenimiento, con una tasa de 27,94%, que se explica por la intermitencia en el trabajo y los bajos ingresos promedio. Le siguen las actividades de servicios administrativos y de apoyo, con un 26,8%, donde la tercerización y el crecimiento de microempresas acentúan la precariedad laboral. Las actividades profesionales también están afectadas por esquemas de tercerización, con un 26,5%; la agricultura y ganadería, con un 26%, sector donde influye la evasión en el registro de trabajadores del campo, potenciando la informalidad (se estima que menos del 10% cotiza a la seguridad social); y finalmente el alojamiento y servicios de comida, con un 22,2%, afectado por la estacionalidad del turismo.
Los últimos datos de la Enemdu muestran ciertas mejoras en indicadores como la tasa de desempleo, de subempleo y de empleo adecuado en Ecuador. No obstante, estos cambios son aún marginales y se mantienen importantes brechas en la calidad del empleo, especialmente en sectores como la construcción, servicios administrativos, alojamiento y agricultura. Asimismo, resulta preocupante el aumento del empleo no remunerado, que denota alta informalidad.
Para consolidar la reactivación del mercado laboral, se requiere profundizar los esfuerzos por formalizar el empleo. Es decir, es necesario aumentar la productividad en los sectores con más subempleo e inestabilidad, promover el acatamiento de derechos laborales y mitigar la alta dependencia del trabajo familiar no remunerado. El reto para las políticas públicas es atender estos frentes de manera concurrente, con intervenciones sectoriales y reformas integrales para mejorar sustantivamente la calidad del empleo en Ecuador.
(*) Elaborado por Liz Ortiz, analista económica Revista Gestión.
Last modified on 2024-01-04