Antes de la pandemia se estimaba que las empresas incrementen las remuneraciones en un 0,43%, que de por sí ya era bajo, pues estaba sujeto a un escenario de debilidad política y estancamiento económico. La crisis por el coronavirus complicó aún más la situación de Ecuador. En consecuencia, las empresas redujeron las remuneraciones en 2020 en -0,69%, y las proyecciones para 2021 tampoco son favorables, pues 92% de las empresas no prevé realizar ningún incremento salarial el siguiente año.
La compleja situación económica y social del país que ha dejado la crisis por el coronavirus ha repercutido también en los salarios de la población. Mientras que las remuneraciones suelen incrementarse cada año, 2020 tuvo una contracción a nivel nacional de -0,69%. Las empresas con mayor capacidad de resiliencia se han mantenido a flote, otras tuvieron que cerrar definitivamente y otras optaron por mecanismos de optimización para resistir, como la reducción salarial.
PwC Ecuador presentó los resultados de su Encuesta de Remuneraciones 2020 en la que participan 300 empresas entre nacionales y multinacionales de diversos sectores. Las cifras evidencian la situación salarial nacional y las tendencias en el actual contexto económico, político y laboral, producto de una coyuntura que ha estado marcada por la complejidad e incertidumbre durante la emergencia sanitaria y que persiste con grandes incógnitas para 2021, indicó Carlos Loaiza, socio de Consultoría Empresarial de PwC.
LO QUE EL ENTORNO EMPRESARIAL HA ENFRENTADO EN EL ÚLTIMO AÑO
Algunos elementos que enfrentó el país -hace poco más de un año- sirven para entender el comportamiento del nivel salarial de las empresas en 2020 y para las proyecciones de 2021, pues incidieron finalmente en los salarios del país.
En marzo de 2019, Ecuador suscribió un acuerdo con el FMI por un monto de $ 4.200 millones con lo cual buscaba brindar apoyo a las políticas económicas del Gobierno en los siguientes tres años. El plan económico se basó en cuatro pilares: el primero se asocia a la competitividad y creación de empleo; el segundo, busca la sostenibilidad fiscal y la protección de la dolarización; el tercero, proteger a los más pobres y vulnerables; y, el último, la búsqueda de la transparencia y lucha contra la corrupción.
Las acciones que requería el programa para lograr la sostenibilidad fiscal y reducir la relación deuda/PIB eran: reequilibrar la masa salarial, optimizar gradualmente los subsidios a los combustibles, re-priorizar el gasto de capital, bienes y servicios, y una reforma fiscal.
Estas acciones a las que el Ecuador se comprometió con el FMI y los multilaterales en marzo 2019 tuvieron un efecto positivo. El riesgo país llegó a niveles de entre 560 y 590 puntos a mediados de marzo, cuando a inicios superaba los 640 puntos. Esto dio una expectativa positiva de hacia dónde se enrumbaba la economía y una mayor confianza, lo mismo de cara a los mercados internacionales.
Luego, en octubre 2019, siguiendo la línea de los acuerdos llegados con el FMI, el Gobierno anunció un recorte en el subsidio al combustible junto con otras medidas adicionales. Entre ellas estaban: liberar el precio del diésel, extra y ecopaís; entregar bonos mensuales de $ 15 a alrededor de 300.000; eliminar o reducir aranceles para maquinaria y equipos agrícolas y ciertos equipos tecnológicos; destinar $ 1.000 millones para créditos hipotecarios a una tasa del 4,9%; y la renovación de contratos ocasionales con 20% menos de remuneración.
Estas medidas fueron rechazadas por la población -especialmente la eliminación de subsidios- desembocando en intensas movilizaciones sociales a nivel nacional. Por tanto, muchas de las acciones definidas se suspendieron y se incumplieron los plazos acordados con el FMI.
Según PwC, octubre era el momento idóneo para quitar los subsidios a la gasolina en Ecuador ya que los primeros días de ese mes el precio internacional del petróleo bajó como consecuencia de una caída en la actividad manufacturera y el aumento en el inventario de crudo en EEUU, así como por las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos. Evidentemente, estos conflictos internos provocaron que el riesgo país se vuelva a incrementar y supere los 1.400 puntos en noviemebre 2019.
ECUADOR ERA UNO DE LOS PAÍSES MENOS PREPARADOS PARA ENFRENTAR LA PANDEMIA
En enero del 2020, el gobierno chino anuncia la transmisión de un virus similar al SARS entre los humanos. En ese momento, Ecuador se encontraba en un proceso de fortalecimiento y correción de la economía en función del acuerdo con el FMI que fue detenido por el confinamiento declarado el 16 de marzo.
La economía atravesó por sucesos traumáticos como la caída del precio del petróleo a $0,00 el 18 de marzo; por los costos de producción y almacenamiento el precio llegó incluso a ser negativo. Dada la relevancia y dependencia del petróleo para el país, fue uno los principales impactos en los ingresos del Estado asociado también con la caída de las exportaciones.
PwC afirma que Ecuador era uno de los países menos preparados del mundo para enfrentar la pandemia y, por lo mismo, ha sido uno de los más afectados (Gráfico 1). La proyección para Ecuador será un decrecimiento de -10,9%, es decir, 1,5 puntos menos que la región y más aún respecto a las demás economías del mundo. Esto significa que al Ecuador le tomará, al menos, hasta el 2023 para llegar al nivel económico que tuvo en 2019.
Gráfico 1
Crecimiento económico (% de variación interanual)
Perú y Ecuador fueron los países de Latinoamérica que tuvieron los mayores impactos. Se estima que la contracción entre abril y mayo estuvo en -36% aproximadamente y para julio estuvo casi por -15%. Una de las variables que tuvo un inmenso impacto fue la caída de los ingresos del Gobierno Central, siendo el más afectado respecto a las demás economías de la región. Se espera una caída de -23% por la disminución de la recaudación tributaria, las exportaciones petroleras y toda la actividad económica.
Todos estos acontecimientos tuvieron impacto en el empleo. Entre diciembre de 2019 y junio del 2020, alrededor de 698.449 personas se incorporaron a la población desempleada, es decir, pasaron a ser 1’009.583 desempleados a junio 2020, lo que equivale a un aumento de 225% en la población desempleada. La tasa de desempleo pasó de 3,8% en diciembre 2019 a 13,3% a junio de este año. Mientras que la tasa de subempleo también se incrementó notablemente, pasando de 17,8% a finales de 2019 a 34,5% en junio 2020.
Esa es una de las principales preocupaciones y un riesgo para el futuro del país. Loaiza indica que se estima que el mundo y el Ecuador, específicamente, tuvo un retroceso de 10 años frente a los logros sociales que se alcanzaron hasta antes de la pandemia.
El nuevo acuerdo con el FMI por $ 6.500 millones es una ayuda para la economía pero no arregla los problemas estructurales. Este financiamiento es un puente de tiempo para que el gobierno tome las políticas adecuadas, alcance la sostenibilidad fiscal y sostenga la crisis. Es por ello que entre los objetivos del nuevo acuerdo está ampliar la red de protección social y promover la competitividad y el crecimiento sostenible.
LAS EMPRESAS MÁS PEQUEÑAS TUVIERON QUE BAJAR MÁS LOS SALARIOS
PwC realiza el estudio de remuneraciones para Ecuador cada año. En 2019, teniendo en cuenta el escenario de fragilidad política y económica que se atravesaba, estimó que el incremento salarial de las compañías sería de 0,43% en 2020 (Gráfico 2). Es decir, en esa época ya se preveía que habría un aumento muy bajo de los salarios.
Gráfico 2
Incrementos salariales 2015 – 2020* (proyección 2019)
La realidad fue peor de lo estimada. En el 2020, de las 300 empresas que contempla el estudio, se observó que solo 26% realizaron incrementos salariales pese a la complejidad coyuntural del año. Sin embargo, del total de estas empresas que incrementaron los salarios, 82% lo hizo entre enero y marzo.
Hasta noviembre de 2019, las remuneraciones en el Ecuador tuvieron una contracción del -0,69% en 2020. Cabe mencionar que cuando se habla de remuneración no son solo los sueldos, sino que contempla el sueldo básico, valores monetarios fijos o variables, beneficios monetarios y beneficios no monetarios. En Quito, la reducción fue mayor, de -0,83%, mientras que en Guayaquil fue de -0,54%.
Desde el punto de vista del tamaño y la estructura de las compañías, la empresas nacionales y pequeñas fueron las que más contrajeron las remuneraciones. Mientras que la contracción para las multinacionales fue de -0,31%, para las empresas nacionales fue de -0,84%. Así como las empresas más grandes -con ingresos superiores a los $ 45 millones- pudieron reducir las remuneraciones en menor proporción (-0,55%) que las medianas (-0,65%) -de ingresos entre $ 22 y $ 45 millones- y pequeñas (-0,83%) -de ingresos menores a los $ 22 millones- (Gráfico 3).
La lógica detrás de estos resultados es que las empresas más grandes tienen mayor resiliencia por sus activos acumulados y mayor liquidez, mientras que las pequeñas deben hacer mayores esfuerzos para sostener las externalidades negativas. Lo mismo en el caso de las multinacionales ya que se apoyan en inversión extranjera.
Gráfico 3
Variación de las remuneraciones por tamaño de empresa en 2020
Asimismo, hubo algunas industrias que tuvieron que reducir más la masa salarial que otras (Gráfico 4). El que más tuvo que tomar estas medidas fue el sector de servicios, con una contracción de -0,81% en las remuneraciones, seguido del sector comercial, con -0,71%, y apenas por debajo el sector industrial, con una reducción de -0,71% en las remuneraciones. Mientras que el sector financiero, aunque redujo los salarios lo hizo en menor medida (-0,47%), en parte porque su actividad no se detuvo pese a la pandemia.
Gráfico 4
Variación de las remuneraciones 2020 por industrias
En estos días se está reuniendo el Consejo Nacional de Salarios para definir el nuevo salario mínimo vital para el próximo año. La recomendación de PwC es que no es viable efectuar un incremento salarial en el 2021 cuando existe un nivel de contracción de la economía cercano a -11% y cerca de 700 mil ciudadanos perdieron su empleo. Los empleadores han propuesto una moratoria de tres años para mantener congelado el Salario Básico Unificado (SBU), mientras que los trabajadores proponen un aumento de 20%.
PROYECCIONES SALARIALES 2021
En el contexto actual, es complejo para las empresas que incrementen las remuneraciones para el siguiente año. En la Encuesta de Remuneraciones de PwC, se encontró que solo 8% de las empresas realizarán un incremento salarial. Mientras que el 50% de las empresas aún no ha definido si realizará un aumento de las remuneraciones y 42% están seguras de que no tendrán incrementos salariales (Gráfico 5).
Gráfico 5
Expectativas empresariales de la variación de las remuneraciones para 2021
En tanto, el año pasado en 2019 a la misma fecha ya 25% de las empresas del estudio había definido que en efecto tendrían un incremento salarial en el 2020. Por supuesto se debe a que las condiciones en el entorno empresarial eran más favorables y sin tanta incertidumbre, pese que por sí el país no atravesaba su mejor momento. Se estima que el mercado en general tenga en 2021 un incremento salarial de 0,40%.
Las perspectivas para 2021 son inciertas ya que el país se enfrenta inestabilidad económica, inestabilidad política, precios bajos del petróleo y aún la COVID-19. Las empresas deben ser lo suficientemente estratégicas pasa resistir la crisis siendo más eficientes, adaptándose a la nueva era y, por supuesto, digitalizándose. Sin embargo, el rol del Gobierno es clave para crear incentivos y dar facilidades a los inversionistas, crear un entorno empresarial y sostener a las empresas más vulnerables.
Por: Karen Lucero, Revista GESTIÓN.
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Last modified on 2020-11-26