Las expectativas de crecimiento económico durante los últimos meses son cada vez menos alentadoras. El Banco Central del Ecuador estimó una contracción en un escenario medio de -8,2% del PIB. PROEstudios en el mes de agosto calculó una caída sin precedentes de -10,8%, similar a la del FMI presentada en julio que apuntó a una caída de -10,9%. Los sectores más afectados durante el 2020 serán: alojamiento y comida, con una variación anual de -38,9%, el comercio, con una caída de -19%, y el transporte, con una evolución de -18,2% con respecto al 2019.
DIFICULTADES ECONÓMICAS PREVIAS A LA PANDEMIA
Si consideramos las variaciones anuales, desde julio del 2019 el índice de actividad macroeconómica productiva (Gráfico 1) no muestra incrementos, a excepción del mes de enero del 2020. Esta data es una prueba de que antes de la pandemia, el país transitaba una situación económica contractiva.
Gráfico 1
Variación anual y mensual del indicador macroeconómico de actividad productiva del Ecuador
La caída de la producción en el último trimestre del 2019 se ve explicada en gran parte por un shock negativo: las movilizaciones sociales contra el Decreto Ejecutivo 883 que liberalizaba los precios de los combustibles. Tal acontecimiento llevó a una paralización de dos semanas, en las que la producción se vio frenada.
En el inicio del 2020, en el mes de enero se registró un crecimiento anual de 0,1% en el índice de actividad productiva. Si bien las proyecciones en ese mes no fueron las más alentadoras, llevaron a que el Banco Central del Ecuador estime un crecimiento del PIB real en el 2020 de 0,7%, principalmente por factores externos favorables, impacto positivo de la inversión pública y privada y el gasto de las familias. Pero en el pronóstico no se consideró el alcance que tendría la pandemia en los meses siguientes, lo que afectaría gravemente al tejido productivo del país.
EL SEGUNDO TRIMESTRE 2020 MUESTRA MAYOR PROFUNDIDAD DE LA CRISIS POR EFECTOS DE LA PANDEMIA
En el primer trimestre del año se nota una caída del PIB y del Valor Agregado No Petrolero de -2,1% y -1,7%, respectivamente (Gráfico 2). Si bien en términos agregados implica una importante contracción, en el segundo trimestre (empujado por el confinamiento) se registran cifras aun más alarmantes que revelan la importante recesión económica por la que atraviesa el país.
Gráfico 2
Variación trimestral del Valor Agregado Bruto petrolero, no petrolero y del PIB
Desde el 16 de marzo, que se declaró el Estado de Excepción en el Ecuador, las actividades productivas consideradas como no estratégicas se suspendieron de manera parcial o total. A ello se sumó que en abril el barril de petróleo ecuatoriano se cotizó en un promedio de $ 14,04 por la caída de la demanda mundial. Además, el 7 de abril se rompió una de las tuberías del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) y del Oleoducto de Crudos pesados (OCP), que dejó como resultado una merma en la producción de cerca de 90% de barriles por día hasta el 2 de mayo.
En cuanto al Sector Público No Financiero, por recortes en la recaudación dado el freno de la actividad productiva y la caída de los ingresos petroleros, se redujeron los ingresos entre marzo y mayo en -27,9% con respecto al mismo periodo del año anterior. Los gastos, por otro lado, de marzo a mayo cayeron en -13,2%, asociados principalmente a $ 787,5 millones menos en gastos de capital y $ 417,5 millones menos en gastos de sueldos y salarios, compra de bienes y servicios, e importaciones de derivados.
Este ambiente económico hostil deja como resultado, según cálculos de PROEstudios, una caída en el trimestre II del 2020 de -14,8% en el Valor Agregado Bruto petrolero, -20,1% en el no petrolero y en el PIB global de -15,5% de contracción con respecto al primer trimestre de 2020 (Gráfico 2).
2020: PERSPECTIVAS EN LO QUE QUEDA DEL AÑO
En lo que va del año, las previsiones de crecimiento para el país han sido varias (Tabla 1). Desde enero con las proyecciones positivas del Banco Central, a junio con una estimación de contracción de -8,1% en un escenario intermedio; en abril, PROEstudios previó una caída del -10,1% que para agosto se amplió a -10,8%. Con el paso de los meses y la medición del impacto real del confinamiento, las cifras se tornan más pesimistas.
Tabla 1
Proyecciones de crecimiento según varios organismos
Según análisis de PROEstudios, pocos sectores saldrán favorecidos en este año. Por ejemplo, la agricultura (1% de crecimiento) que es un sector estratégico, también la información y comunicación (4,1%) que por las circunstancias se ha incrementado a través del uso de nuevos mecanismos de comunicación remota. Por otro lado, alojamiento y comidas será la más afectada, con una caída esperada de -38,9%. Principalmente se debe a que el turismo y las actividades “puertas afuera” se han visto restringidas por la emergencia sanitaria vigente. De igual manera, el transporte caerá en -18,2%.
Tabla 2
Variación anual por industrias y estimación para el 2020
En lo que va del año se han vivido dos etapas en el país: entre marzo y junio, la oferta se vio altamente debilitada por el confinamiento y restricciones a la producción tradicional, dado que solo se permitió la producción de los sectores estratégicos, por lo que la producción nacional se mermó de manera importante, por la operación a tiempo parcial o nula de las empresas del país.
No obstante, durante el mismo periodo la demanda se debilitó por la pérdida de empleos, incremento del empleo informal, caída de ingresos, entre otros factores que socavan el ingreso monetario de los hogares. Por estas circunstancias, se espera una caída durante el segundo trimestre del año de -6,6%, según previsiones de PROEstudios, que se debe principalmente a la poca dinámica de la demanda, dado que la producción se ha ido recuperando de a poco, pero los hogares ya no disponen de la misma cantidad de recursos, por tanto, el consumo se reduce. En adición, las expectativas negativas inciden en cuanto a la inversión que a corto plazo se verá debilitada, con ello, la generación de empleos se dificulta y la posición del país continúa siendo incierta.
Por: Karen Lucero, redacción Revista GESTIÓN.
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Last modified on 2020-09-01