El COVID-19 expuso a las organizaciones y a sus empleados a una realidad diferente en la seguridad tecnológica. Confianza, debilidad en los protocolos y falta de preparación propiciaron un entorno fértil para los ataques. Llegó el momento de actualizarse.
Producto de la cuarentena impuesta por el COVID-19, las empresas adoptaron la modalidad del trabajo remoto con sus empleados para mantener activa su economía, y según los nuevos niveles de desescalamiento que permiten el retorno parcial o total de sus equipos; los sistemas de ciberseguridad se vieron expuestos seriamente frente a este escenario.
En Ecuador y en otros países de Latinoamérica, producto de esta situación se han presentado casos en los que se utiliza información falsa sobre el coronavirus para que los navegantes de la red entreguen datos a cambio de recibir dichos reportes. También ocurre que las personas descargan contenido infectado con el cual los delincuentes tecnológicos buscan comprometer equipos de cómputo y dispositivos de comunicación. Otra de las prácticas más presentadas durante esta cuarentena es que en la red aparecen ofertas falsas para abrir una cuenta gratis en una famosa plataforma de streaming.
Es ahí donde la ciberseguridad y el coronavirus se cruzan. La pandemia motivó a que las personas tomen medidas extremas al momento de recibir paquetes de compras, alimentos o dependiendo de la autorización, hasta visitas; pero igual sucede con el fraude electrónico. La mayoría de los ataques realizados durante este periodo resultan exitosos, porque encuentran un ambiente con un exceso de confianza al momento de ingresar a una página web o al de navegar a través de un perfil en las redes sociales.
Para Alexis Hernández, customer success manager de AppGate, compañía proveedora de soluciones en ciberseguridad, hoy las empresas que venden sus productos y servicios necesitan comprender que también deben de transmitir seguridad y confianza. La mayoría de las organizaciones de mediano y gran tamaño son omnicanales, esto permite que los datos de los usuarios estén sincronizados: en la tienda física, en la aplicación o con beneficios al usar la tarjeta de cliente preferencial. ¿Por qué no ofrecer mejores métodos de seguridad?
“Estamos ante una etapa en la cual el modelo user/password empieza a ser anticuado. Ya no es suficiente para que las empresas confíen en que el usuario conectado o utilizando su aplicación en realidad sea quien dice ser. Debemos impulsar el cambio para autentificarnos por voz, huella digital, por OTP o inclusive por reconocimiento facial”, dice.
Zero Trust, por ejemplo, es un desarrollo de AppGate, que surge como una necesidad para mejorar las políticas de seguridad de las redes en las organizaciones con la intención de eliminar la confianza en los sectores internos de las compañías, que hoy, y producto de la nueva coyuntura, ya no son tan confiables. Con la micro segmentación de la mano de este concepto, los empleados podrán conectarse desde cualquier lugar, en la oficina, en la casa, o en otro punto con la seguridad de que no representará un riesgo para la organización y sus redes.
Desde el punto de vista del consumidor para prevenir los diferentes tipos de fraude, David López, vicepresidente de ventas para Latinoamérica de AppGate, recomienda algunas acciones preventivas que se pueden tomar:
- No ingresar a enlaces de ofertas.
- No abrir archivos adjuntos de dudosa procedencia.
- Buscar información solamente de sitios oficiales.
- Explicar a los hijos los riesgos y más si utiliza el computador que le dio su empresa para conectarse.
- Instale un antivirus, aplique parches de Windows, Android, iOS y Mac, actualice constantemente todos los programas instalados en sus dispositivos.
Seguridad es la palabra clave, hoy en día no se habla de ciberataques. Las redes sociales están inundadas de información sobre cómo los profesionales de la salud están en la primera línea de batalla, enfrentándose a la exposición del virus del COVID-19.
A pesar de las recomendaciones y los implementos de protección especializados con los que cuentan, no se ha podido eliminar sus contagios, para realizar su trabajo es imposible que puedan estar en sus casas protegidos. Igual sucede con las empresas y la necesidad que tienen para salvaguardar sus sistemas y dispositivos. Todos tienen como prioridad esta palabra.
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Last modified on 2020-06-03