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Autor: Revista Gestión *

El recién publicado Índice de Libertades Económicas de las Ciudades Ecuatorianas (ILECE-EC) evalúa por primera vez el nivel de libertad económica en 13 ciudades relevantes del país, representando cerca del 40% de la población nacional. El índice analiza, con una escala de 0 a 100 puntos, cuatro dimensiones clave: desempeño económico local, tamaño de las burocracias municipales, grado de intervencionismo de los gobiernos locales y presión impositiva ejercida sobre el sector privado. En este artículo se analizará lo qué dicen estos resultados sobre las ciudades del Ecuador. 

En un primer punto, el índice muestra que ninguna ciudad obtiene niveles de libertad económica plena, ya que la mejor evaluada es Babahoyo con 70 puntos de 100, seguida por Riobamba con 67 puntos y Latacunga con 64 puntos (Gráfico 1). Estas tres ciudades lideran el ranking y son categorizadas con una “libertad económica moderada”. En contraste, Quito obtiene la peor calificación con sólo 36 puntos y su libertad económica es clasificada como
deficiente”. Entre ambos extremos se ubican el resto de urbes, con calificaciones de “libertad económica aceptable” e “insuficiente” libertad económica, lo que muestra que claramente persisten retos importantes para que las ciudades ecuatorianas se acerquen a estándares ideales de libertad económica.

Gráfico 1

Calificación del Índice de Libertades Económicas de Ciudades Ecuatorianas

DEUDA Y POCAS EMPRESAS, UN COCKTAIL AMARGO

Uno de los factores que inciden en la baja puntuación presentada por varias ciudades es el alto endeudamiento municipal per cápita, que en promedio alcanza los USD 271. Sin embargo, casos como Esmeraldas, con USD 645, y Quito, con USD 485, hacen más que duplicar dicha cifra. Esto podría significar mayor presión fiscal a mediano plazo si los municipios buscan compensar sus obligaciones financieras con más impuestos y tasas, pues al tener altas deudas y pocas empresas es probable que se recurra a un intento de aumentar la recaudación mediante el aumento de tasas, lo que haría que el ecosistema empresarial sea menos atractivo para las compañías. 

Asimismo, la mayoría de las urbes evaluadas tienen un número relativamente bajo de empresas domiciliadas formalmente, muy por debajo de ciudades de similar tamaño en la región. Esta aparente paradoja entre endeudamiento creciente y limitado dinamismo empresarial, se explica por factores extrafiscales como excesivos trámites burocráticos y esquemas regulatorios complejos que desincentivan la creación de negocios formales (Gráfico 2).

Gráfico 2

Deuda per cápita vs empresas domiciliadas

En cuanto al número de empresas municipales, la mayoría de municipios mantienen un promedio de alrededor de tres firmas públicas locales, lo que denota cierto nivel de intervencionismo en áreas que podrían operar empresas privadas. No obstante, Quito y Cuenca son la excepción, con 8 y 12 empresas municipales, respectivamente, lo que implica que aproximadamente el 30% de la población nacional enfrenta un ambiente de mayor injerencia estatal en servicios como recolección de desechos, transporte, entre otros, desplazando al sector privado y erosionando espacios de libertad económica.

ALTA PRESIÓN FISCAL Y REGULATORIA

La mayoría de municipios aplican una presión fiscal considerable sobre sus habitantes y empresas locales debido a que los impuestos a la propiedad, tasas por permisos municipales y tributación a actividades económicas son especialmente altos. Así también, los engorrosos trámites burocráticos y prolongados períodos para obtener licencias de funcionamiento desincentivan la formalización empresarial, situación se refleja en el reducido número de compañías domiciliadas a pesar de los esfuerzos recaudatorios (Gráfico 3).

Gráfico 3

Número de empresas domiciliadas por presión fiscal

Sin embargo, en cuanto a presión fiscal, Cuenca es la ciudad que mayor carga impositiva aplica a las actividades económicas, con USD 879 por empresa domiciliada, muy por encima del promedio de USD 373; le siguen de cerca Quito y Ambato. Por otro lado, las ciudades con menor presión fiscal son Riobamba, con USD 163; Latacunga, con USD 248, y Loja, con USD 263 por empresa. Si bien esto podría atraer más negocios, estas ciudades continúan registrando un número relativamente bajo de compañías domiciliadas formalmente.

Esto demuestra que la presión fiscal es solo uno de varios factores que inciden en el crecimiento económico local, también juegan un rol crucial la tramitología, la provisión de servicios públicos de calidad y otros incentivos para hacer negocios de modo transparente y predecible.

QUITO: FOCO ROJO EN INTERVENCIONISMO Y LIBERTAD ECONÓMICA

El caso de Quito requiere especial atención por sus particularmente bajos 36 puntos en el índice, a pesar de ser de las ciudades más importantes del país, presenta indicadores negativos casi en todas las áreas:

  • Elevado endeudamiento: USD 485 per cápita
  • Numerosa burocracia municipal
  • Mayor cantidad de empresas municipales: 8
  • Alta presión fiscal y regulatoria

Esta prolífica intervención pública se traduce en distorsiones e ineficiencias que obstaculizan severamente el clima de negocios y prosperidad económica en el segundo municipio más poblado del Ecuador.

Los resultados del índice exponen la necesidad de implementar reformas orientadas a una verdadera economía de libre mercado en las principales ciudades, reduciendo trámites, privatizando servicios y conteniendo el afán recaudatorio sobre empresas y habitantes que tanto asfixia las libertades y el desarrollo productivo local. Los municipios tienen una tarea pendiente en su camino hacia una mayor libertad económica.

(*) Elaborado por Milena Escobar, analista económica Revista Gestión.

 

Last modified on 2024-01-07

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